Tailandia se encaminaba el viernes a unas elecciones anticipadas en febrero, después de que el primer ministro Anutin Charnvirakul obtuviera el respaldo real para disolver el Parlamento, evitando el riesgo de una moción de censura en medio de un intenso conflicto fronterizo con Camboya.
Las elecciones, que se celebrarán dentro de 45 a 60 días, hacen temer aún más disturbios en Tailandia, donde golpes de Estado y fallos judiciales a lo largo de dos décadas han derribado gobiernos electos en una intratable lucha de poder entre las élites y las fuerzas progresistas.
La decisión de Anutin se produce cuando el conflicto militar entre Tailandia y Camboya entró en su quinto día, con al menos 20 muertos, más de 260 heridos y cientos de miles de desplazados.
El primer ministro tailandés dijo que tenía programada una llamada para el viernes por la noche con el presidente estadounidense, Donald Trump, quien intervino en julio para mediar una frágil tregua la última vez que estallaron los combates.
CICLO DE DRAMA POLÍTICO
El jueves, Anutin dijo que estaba «devolviendo el poder al pueblo» y el rey Maha Vajiralongkorn aprobó su petición de elecciones generales en cuestión de horas, según mostró la gaceta real, allanando el camino para una votación tan pronto como febrero.
La decisión, menos de 100 días después de que Anutin asumiera como jefe de un gobierno minoritario, se produjo en medio de un gran drama que aumentó las expectativas de que el opositor Partido Popular, la mayor fuerza en la cámara, buscara un voto de censura en su contra.
Anutin fue elegido primer ministro por el parlamento en septiembre después de que un tribunal destituyera a Paetongtarn Shinawatra de su cargo.
Su sucesión sólo fue posible gracias a un acuerdo alcanzado con el Partido Popular para respaldarlo a cambio de apoyar un proceso de enmienda constitucional y disolver la cámara a fines de enero.
Pero el jueves se desató el caos en una sesión conjunta de la legislatura sobre el proceso de votación para enmendar la constitución, y la oposición acusó al partido Bhumjaithai de Anutin de incumplir su acuerdo.
Un portavoz del gobierno dijo que se esperaba una moción de censura.
DESAFÍO ELECTORAL PARA ANUTIN
Anutin, el tercer primer ministro de Tailandia en dos años, enfrenta una ardua lucha para ser reelegido, ya que las encuestas de opinión muestran consistentemente que la oposición liberal es el partido más popular.
Anutin, un astuto negociador político que ha negociado puestos ministeriales clave y un lugar para su partido en numerosos gobiernos de coalición, necesitará conseguir apoyo en el campo y entre las élites influyentes para forjar nuevas alianzas y mantener a raya al Partido Popular.
Un precursor del Partido Popular ganó las elecciones de 2023 con una plataforma antisistema, pero los legisladores aliados con los militares realistas le impidieron formar gobierno.
Anutin insistió en que había honrado el pacto con la oposición.
«Tenemos que aceptar que llegamos a ser gobierno gracias al apoyo del Partido Popular», dijo Anutin.
«Ustedes votaron por mí como primer ministro y ahora dicen que ya no me apoyan y me piden que disuelva el Parlamento», añadió. «Simplemente hice lo que me pidieron».